lunes, 26 de agosto de 2019

Hay tantas emociones acá plasmadas, escritas. 
Palabras destinadas a distintas personas, que ya de alguna forma no están mas en mi vida.
Encontré un texto dedicado a la persona que me enseño que existen los abrazos psicológicos. 
Persona a la que nunca vi, solamente una vez por casualidad y ni siquiera me animé a saludar. 
El primero que me mostró cómo se sentía que te rompan el corazón. 
Persona que probablemente extrañe toda mi vida. 
Encontré textos dedicados a la persona que me destrozo el corazón, lo cuido por un tiempo, y finalmente, con mi ayuda esta vez, lo volvió a romper. 
Encontré textos dedicados a mi misma, la Aylén del pasado le estaba escribiendo a una Aylén del futuro que no sabía que sería mi presente.
Me leí deseándome paz, amor propio... Cómo me deseaba amor propio!
Así que acá estamos... Aylén. Amándonos, a pesar de todo y de todos.
Te costó un montón, te costó años, te costó lagrimas, personas, pero llegaste.
Llegaste a reconocer hasta donde aguantar, que permitir, que rechazar y sobretodo que merecer. 
Llegué, a quererme y respetarme, por sobre cualquier cosa, persona o situación.
Y no tuvo una gota de facilidad. 
El amor propio es una construcción diaria, y entendí que, realmente, si no te querés a vos mismo, 
no vas a poder querer a nadie de una forma sana y verdadera.
Hubo miedos que atravesar, zonas de confort que abandonar, y salir a una especie de campo de batalla a enfrentarme con todos esos miedos, esas inseguridades, esa sensación de que no merecía mas de lo que ya tenía o había tenido. 
Pero triunfar, te muestra que la recompensa es mas grande de lo que pensabas. 
Que ahora tenes mas fortaleza, menos miedo, mas seguridad, mas amor, mas verdad y mas felicidad. 
Entonces, si este blog todavía existe, y una Aylen del futuro lo encuentra, si hay algo que tengo que desearte, es que hayan concluido satisfactoriamente los proyectos que tenes ahora, que seas más feliz de lo que ya sos. 
Ya no te aconsejo como, lo aprendimos.

miércoles, 5 de julio de 2017

Mirame.
Mirame mirarte.
Mirate, mirándome mirarte.
Miranos, viéndonos.
Qué lindo vernos.
Hay cosas con las que necesito re-conectar cada tanto.
Me lo pide la mente, el cuerpo.
Y con cosas me refiero a recuerdos, fotos, música, y hasta personas. 
(Qué cosa frívola decirle "cosa" a una persona en el contexto que lo intente transmitir)
Y claro, no siempre esa re-conexión es exitosa.
No siempre resulta como lo espero.
Por que hay cosas, que ya dejaron de ser lo que eran.
Porque no todos los recuerdos siempre son revividos de la misma forma.
Porque hay fotos que se manchan con el tiempo. Que se dañan, que se borran.
Porque hay personas que no te van a esperar hasta que vuelvas a acordarte de ellos.
Porque a diferencia de las cosas, de los recuerdos, o de las fotos, las personas pueden elegir.
Elegir quedarse esperando, o irse.
Y esta bien. 
De esa forma, aprendes.
Aprendes a valorar, a no descuidar.
O a extrañar. 

lunes, 20 de febrero de 2017

Siempre quise poder sentarme a escribir, sobre lo que sea, ir dándole vida a lo que escribo, describiendo hasta el mínimo detalle (lo cual es irónico, porque es el tipo de lectura lenta que me aburre) pero nunca me sentí con la suficiente imaginación. Jamas supe como comenzar, es lo que mas me cuesta, y quizás sea el problema mas mínimo, o el mas significativo.
Darle un lugar, una identidad, un tiempo, a quien protagoniza, y a quien lee. 
Esto es algo que me ocurre cada vez que leo un libro. Pienso "que lindo seria escribir así" Como si el escritor no haya borrado, no se haya sentido inconforme. Como si se hubiera sentado y el libro lo escribió en un par de horas, cuando quizás tardo meses, años. 
Y ahí es cuando me digo a mi misma "y vos pensas que te va a fluir la imaginación de un solo tirón, y que encima te va a gustar lo que decis. A vos, que no agarras un papel y plasmas lo que sentís porque odias leerte" Ademas, siento que cualquier genero que escriba, se va a desvirtuar en algún momento. 
Debería intentarlo igual, ver que tal sale. No debe ser tan difícil imaginar. Lo hacemos todo el tiempo.